Para lograr llegar a ser lectores y lectoras independientes y buenos comprendedores, los niños y las niñas y, en general, las personas que se alfabetizan, tienen que desarrollar habilidades que provienen no sólo del conocimiento de lo específicamente ortográfico (es decir, de todo aquello relacionado con la escritura) sino también otras que impactan directamente en el desarrollo del proceso de alfabetización.

Entre ellas: un vocabulario amplio y rico en significados, la capacidad para producir y comprender oraciones complejas en cuanto a su estructura y organización; la capacidad para llevar a cabo razonamientos que les permitan “ir más allá” del significado de lo escrito o dicho, es decir, generar inferencias. Todas estas habilidades se relacionan directamente con la expresión y la comprensión oral y se desarrollan antes del aprendizaje de la lectura y la escritura pero son fundamentales para apoyar el proceso de alfabetización.

Asimismo, para convertirse en lectores y lectoras expertos, los niños y las niñas deben comprender que lo escrito representa la oralidad y que hay una estrecha relación entre estos dos modos de expresión. Para ello, resulta necesario que aprendan sistemáticamente las relaciones entre las letras y los sonidos y que trabajen las habilidades que les permitan detectar y analizar las distintas unidades de la lengua hablada. A partir de esto, podrán comenzar a leer y escribir, en poco tiempo, de manera fluida y sin esfuerzo.

Desde esta perspectiva, se considera que los procesos básicos de lectura y escritura deben ser enseñados de manera explícita y sistemática. Estos procesos básicos facilitan y potencian las habilidades de generar y comprender todo tipo de materiales textuales de manera autónoma. La enseñanza sistemática y orientada les permitirá contar con las herramientas básicas para convertirse en lectores y escritores con buena comprensión lectora y una producción escrita fluida.

Virginia Jaichenco y Julieta Fumagalli

El proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura desde una perspectiva psicolingüística: los procesos cognitivos implicados. Oralidad y escritura: una relación necesaria. Las habilidades orales necesarias para la alfabetización: la importancia del vocabulario y la comprensión y producción de distintos tipos de oraciones, la generación de inferencias . El principio alfabético y nuestro sistema de escritura. Fonemas y grafemas. El léxico ortográfico: una memoria llena de palabras escritas. Alfabetización basada en la evidencia.